Destacadas personalidades del ámbito político e institucional del país se dieron cita este sábado a la mañana la ciudad de Santa Fe, con motivo de la celebración por los 25 años de la Convención Nacional Constituyente que se realizó en nuestra ciudad. Las actividades tuvieron lugar en el Parque y el Museo de la Constitución, donde convencionales, funcionarios y legisladores valoraron los consensos alcanzados en 1994 y destacaron la vigencia y la relevancia que hoy tienen los derechos incorporados a la Carta Magna hace un cuarto de siglo en la capital provincial.
El presidente de la Nación Mauricio Macri, quien encabezó hoy el acto central, dijo que “no hay mejor manera de defender la Constitución que acatarla, no atacarla”. “No atacarla -agregó- es dejar que los periodistas pregunten lo que quieran, respetar la división de poderes y no querer influir en las decisiones de los jueces para tener ciertos beneficios ante la ley”. Macri valoró el trabajo de los convencionales que en 1994 modificaron la Constitución. “Hubo una generación valiente que se animó a construir algo diferente”, resumió, y aseguró que esa reforma “fue una apuesta a nuestra madurez, a nuestra institucionalidad, y un reconocimiento a la diversidad, con avances en los tratados de derechos humanos”.
El titular del Sistema Federal de Medios Hernán Lombardi recordó que en 1853, cuando se sancionó la Constitución en la ciudad de Santa Fe, “el país salió de la anarquía mediante un gran acuerdo, por el que todos los argentinos estamos subordinados a una sola ley, que es la Constitución Nacional”. Al referirse puntualmente a lo sucedido en 1994, hizo hincapié en que “se reformaron y actualizaron derechos muy importantes, y se actualizaron nuevos, como lo de los niños, los adolescentes, las comunidades originarias. Y por primera vez tuvieron rango constitucional los derechos ambientales que hoy son clave para la humanidad”.
En tanto, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos
Rosenkrantz, recordó que la función esencial de una constitución “es operar
como un documento que establece los límites últimos e infranqueables dentro de
los cuales se debe ejercer el poder en un estado que se preocupa por los
derechos de sus ciudadanos”. Para el alto magistrado, “una constitución no
sobrevive si no es capaz de captar” lo esencial de una comunidad e indicó que
las reformas son actualizaciones del texto a las mutaciones que la sociedad
atraviesa. Rosenkrantz dijo que la reforma de 1994 se hizo por la democracia y
para obtener más democracia. “Gracias a que aquella Reforma fue expresiva de
nuestra identidad común, nuestra constitución y nuestra democracia están en
buena forma, saludables y sólidas”, subrayó.
También estuvo presente quien presidió la Convención Constituyente en 1994, el
ex senador Eduardo Menem. El dirigente dijo que fue un honor para él
haber presidido “la reforma constitucional más democrática y más legítima de la
historia del país, que se llevó a cabo en esta magnífica ciudad, que además fue
la cuna de la Constitución Nacional”. “Por eso -agregó- venimos a celebrar los
25 años de esa reforma, que fue la más importante porque se introdujeron 61
reformas: 24 artículos nuevos, 20 reformados y 17 disposiciones transitorias”.
Mencionó la incorporación de derechos políticos, del consumidor, medio ambiente
“y darle rango constitucional a los tratados sobre derechos humanos y garantías
para que se puedan ejercer esos derechos, que si no serían un catálogo de
ilusiones”.
La actual diputada nacional y convencional de 1994, Elisa Carrió, valoró todo
el trabajo realizado en 1994 y recordó las sesiones llevadas a cabo en Paraná,
en el Paraninfo de la UNL y la jura de la Constitución reformada, en el Palacio
San José, en Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, donde vivió Justo José de
Urquiza, impulsor de la constitución de 1853. De la convención 1994 destacó “la
incorporación de tratados internacionales con rango constitucional, que me tocó
redactar junto con Juan Pablo Cafiero. Es todo lo referido a derechos humanos,
igualdad de oportunidades, amparo, declaración de inconstitucionalidad y
secreto profesional para los periodistas”.
Otro convencional presente fue Jorge Yoma, actual embajador en Perú. El
diplomático puso de relieve que la convención de 1994 “fue la asamblea más
importante de la historia institucional argentina porque fue la única
construcción institucional con consenso de todas las fuerzas políticas – a diferencia
de la de 1853 y las sucesivas reformas- , el único instante en la historia
institucional de la Argentina donde todas las fuerzas políticas nos reunimos y
le dimos al país una Constitución y se cambiaron estructuralmente todas las
instituciones de la Argentina”.
El abogado constitucionalista Antonio Hernández, otro convencional de 1994,
dijo que aquella convención entre otras virtudes, “posibilitó la integración
tanto nacional de las provincias para la promoción del desarrollo económico y
social, como también la integración supra nacional, que es lo que nos permitió sumarnos
constitucionalmente a la Organización de Estados Americanos, al Mercosur y a la
Organización de las Naciones Unidas. En definitiva, fue un proceso de
modernización constitucional que colocó al derecho argentino en las posiciones
de avanzada”, afirmó y alentó a “superar las divisiones entre los argentinos
cumpliendo estrictamente el gran proyecto político, el gran pacto que nos une,
que es la Constitución”.